Cada año sin inversión en carreteras supone una pérdida de 900 millones de euros en el valor de las infraestructuras, y cada euro que deja de invertirse en la conservación de la red se transforma en cinco en conservación posterior y en 25 euros en futura reconstrucción.
Esta es la valoración que ha hecho la Asociación Española de la Carretera (AEC) tras el anuncio del ministro de Fomento, José Blanco, de aplicar un recorte presupuestario a las infraestructuras.
La AEC advierte de que la falta de conservación de la red vial española afecta directamente a los bolsillos de los ciudadanos, pues la circulación por un firme en mal estado tiene connotaciones en el aumento del gasto de carburante, el desgaste de elementos mecánicos de los coches como neumáticos, amortiguadores y frenos, aparte de ampliar el tiempo invertido en los trayectos.