El Gobierno estadounidense ordenó este domingo a la petrolera británica BP que le presente un plan para la reapertura de su pozo sellado Macondo, por el que escapa el crudo que ha provocado el vertido en aguas del golfo de México, después de que los ingenieros al cargo de las operaciones hayan detectado una pequeña fuga de petróleo cerca en el lecho marino.
Esta orden se debe a que la detección de esta fuga podría significar que existen problemas en la campana metálica colocada por BP a semana pasada --y que según la compañía había conseguido detener por completo el escape de petróleo--, y obedecería a un intento por resolverlos.