El pleno del Parlamento Europeo prevé votar hoy en la localidad francesa de Estrasburgo a favor de una directiva que debería servir para encorsetar a partir de 2011 los bonus de los banqueros. Los supervisores de cada país (el Banco de España, por ejemplo) tendrán poder para multar a los bancos que ofrecen a sus empleados y directivos primas que les incentiven a asumir riesgos excesivos a corto plazo.
Las sanciones se determinarán en cada país. Las autoridades nacionales también podrán prohibir sistemas de primas que consideren peligrosos, o exigir que la entidad en cuestión eleve sus reservas de fondos propios para hacer frente a los riesgos incentivados.
Y en línea con los acuerdos de las sucesivas cumbres del G20, la norma pondrá límites a los montantes de los bonus; limitará también el porcentaje de los mismos que se podrá pagar en efectivo; y forzará a que se entreguen de manera escalonada, de manera que pueda darse marcha atrás si los resultados a medio plazo no los merecen.