Al menos 13 personas han muerto y otras 86 permanecen atrapadas como consecuencia del desprendimiento de tierra provocado por las lluvias en la provincia china de Guizhou, en el suroeste del país, según el último balance ofrecido este jueves por los equipos de rescate.
Cerca de 2.000 personas continúan trabajando en las labores de socorro, pero disminuyen las esperanzas de encontrar nuevos supervivientes por el desplazamiento de tierras ocurrido hace tres días.
En la noche del jueves fueron encontrados dos cadáveres y se espera que vayan apareciendo más conforme se logre retirar los escombros. "Es casi imposible que alguna de las personas atrapadas siga con vida.