Si los bancos no prestan, los gobiernos deberían crear sus propios bancos y encomendarles esa tarea. Es lo que propone el premio Nobel de Economía en 2001, Joseph Stiglitz.
"En Estados Unidos entregamos a la banca 700.000 millones de dólares. Si hubiésemos invertido sólo una fracción de esa cantidad en la creación de un nuevo banco, habríamos financiado todos los préstamos que se necesitaban", explica Stiglitz en unas declaraciones al diario Independent on Sunday.
En realidad se habría conseguido con mucho menos: "Pongamos 100.000 millones, apalanquemos esa cantidad por un factor de diez a uno (atrayendo fondos del sector privado) y obtendremos una capacidad crediticia de un billón de dólares, más de lo que necesita la economía real", explica.