El sector del automóvil ha recibido con temor añadido la subida del IVA en dos puntos porcentuales a partir del primero de julio, pues a la automática subida de precios de esta nueva imposición, se añade que no se renovarán las ayudas directas a la compra de coches del Plan 2000E, a punto de agotar sus recursos.
Desde primero de año, todas las asociaciones representativas de este sector alertaron sobre las consecuencias de esta subida del gravamen que más incide en el consumo, en coincidencia con la retirada de las ayudas, una confluencia que se dio en llamar la "tormenta perfecta".
Los cálculos son unánimes y, desde fabricantes a vendedores, pasando por importadores y concesionarios, la subida del 16% al 18% en el tramo general de IVA, el que grava la compra de coches, implicará una subida media del precio de venta en torno a los 450 euros.