Afganistán, Corea del Norte e Irán fueron los asuntos dominantes en las reuniones bilaterales del presidente de EE.UU., Barack Obama, con los líderes del Reino Unido, Corea del Sur y China al margen de la cumbre del G20.
El primero de los encuentros, y quizás el de carácter más cálido, fue con David Cameron, el nuevo primer ministro británico, con el que Obama se reunía por primera vez desde la llegada al poder del Gobierno de coalición en el Reino Unido el mes pasado.
Para subrayar la "relación especial" de la que hacen gala los dos países, y para conocerse un poco mejor, ambos mandatarios habían compartido helicóptero en el trayecto que les transportó desde Muskoka, donde se cerró la cumbre del G8, a Toronto, una distancia de 200 kilómetros.