El primer ministro australiano, Kevin Rudd, dimitió este jueves como jefe del Partido Laborista y máximo mandatario del país debido a las críticas que existían en el seno de su formación sobre su capacidad de liderazgo, una renuncia que convierte a Julia Gillard, hasta ahora 'número dos' del Gobierno y de los laboristas, en la primera mujer en ocupar el cargo de 'premier' en Australia.
La cúpula ejecutiva del Partido Laborista había sido convocada para participar en una votación para ratificar a Rudd al frente del partido y del Gobierno o decidir su relevo en favor de Gillard, que ejercía como viceprimer ministra del país. Poco antes de la votación, Rudd decidió no presentarse y dejar el mando en manos de su 'número dos', ante su más que previsible derrota, informaron los medios locales citando fuentes del Gobierno.