El presidente de Portugal, Cavaco Silva, restó importancia a la "polémica estéril" generada por su ausencia en los actos en memoria del Nobel de Literatura José Saramago, fallecido el viernes en su casa de Lanzarote e incinerado en Lisboa tras un emotivo funeral. Silva destacó la importancia de mantener la palabra dada a su familia, con la que pasa unos días de vacaciones en las islas Azores.
Silva recordó en rueda de prensa que lo que el jefe de Estado debe hacer es "diferente de aquello que deben hacer los amigos o los conocidos". "Debo decir que nunca tuve el privilegio en mi vida, que recuerde, de conocer a José Saramago", declaró el presidente portugués, según recoge el diario portugués 'Público'.
En calidad de Jefe de Estado, Silva emitió "una nota oficial rindiendo homenaje a la obra literaria de José Saramago y a su contribución a la proyección de la cultura portuguesa en el mundo", envió una corona de flores y promulgó el decreto en el que declaró dos días de duelo nacional. "Hoy por la mañana mi jefe de la Casa Civil y mi jefe de la Casa Militar presentaron sentidas condolencias a los familiares de José Saramago", explicó.