A pesar de que la seguridad no ha registrado avances en los últimos meses, Afganistán ha sido testigo de una serie de pasos positivos hacia la paz que necesitan del apoyo continuado de la comunidad internacional para fructificar, señaló el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, en su último informe sobre el país centroasiático, enviado este viernes al Consejo de Seguridad de la ONU.
Más de 1.600 notables, representantes políticos y dirigentes tribales afganos participaron en la asamblea de paz ('jirga') celebrada a principios de mayo para establecer las posibles vías que conduzcan a la paz en el país, una iniciativa impulsada por el Gobierno del presidente Hamid Karzai.
La declaración final de la 'jirga' apoyaba el plan de Karzai de establecer un diálogo nacional para restablecer la paz. Además, solicitaba la excarcelación de todos los ciudadanos afganos que han sido detenidos por las fuerzas de seguridad del país y las tropas internacionales, la eliminación de ciertos individuos incluidos en la lista de personas sujetas a posibles sanciones del Consejo de Seguridad por sus conexiones con los talibán y Al Qaeda, y prometía seguridad para todas las personas que formen parte del proceso de paz.