Miles de aborígenes guatemaltecos pidieron hoy al relator especial de la ONU sobre derechos humanos de los indígenas, James Anaya, abogar ante el Estado por el respeto a sus derechos humanos y comunitarios, y el cese de la explotación minera en sus territorios.
"Le presentamos (al relator) más de veinte casos importantes sobre la situación del despojo de tierras, violación a los derechos humanos e irrespeto de las consultas de pueblos indígenas", dijo a Daniel Pascual, líder del Comité de Unidad Campesina (CUC).
Anaya, quien hoy cumplió su segundo día de una visita oficial que realiza al país, fue recibido por más de 15.000 indígenas de las comunidades de San Juan Sacatepéquez, 35 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca, en donde opera una empresa de explotación cementera.