El ministro húngaro de Economía, Gyorgy Matolcsy, defendió hoy que la posición de solvencia de su país no tiene nada que ver con la de Grecia y anunció que el nuevo Ejecutivo recortará el gasto público para ceñirse al objetivo de déficit presupuestario acordado por el anterior Gobierno húngaro, fijado en el 3,8% del PIB.
"Es evidente que Hungría no es Grecia", señaló Matolcsy en una entrevista concedida a la cadena estadounidense CNBC, donde afirmó que los comentarios que apuntaban a las escasas posibilidades del país de esquivar una crisis 'a la griega' procedían de políticos y no de miembros del Gobierno.
"Nos ceñiremos al objetivo de déficit presupuestario del 3,8% del PIB para este año", afirmó Matolcsy, quien, sin embargo, admitió que existen "signos preocupantes" como que el desequilibrio presupuestario a finales de mayo alcanzaba ya el 87% del previsto para el conjunto del ejercicio.