El Gobierno reconoció hoy que la negociación para la reforma laboral es "complicada y difícil", pero insistió en que la intención de todas las partes es llegar a un acuerdo lo antes posible, según dijeron a EFE fuentes del Ejecutivo.
El Gobierno, la patronal y los sindicatos volverán a reunirse mañana, previsiblemente, para encarar la fase final de la reforma laboral e intentar llegar a un acuerdo o, de lo contrario, el Ejecutivo establecerá por decreto la suya.
El 31 de mayo era el límite que, en principio, marcó el Gobierno para llegar a un pacto sobre la reforma, pero el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha dado una tregua de "algunos días" al diálogo social, aunque ha advertido de que la semana que comienza mañana "será la definitiva".