El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se declaró hoy satisfecho por los operativos desplegados por entidades estatales y de socorro para afrontar los efectos de la erupción del volcán Tungurahua, que ayer emanó una columna de vapor y ceniza de unos 10 kilómetros.
En su informe semanal de labores, Correa dijo que por la erupción se debió evacuar a poblaciones y cifró en 2.500 personas las desplazadas como consecuencia de la actividad volcánica.
"La buena noticia (...) es que los planes de emergencia han marchado muy bien, yo diría a la perfección", pese a lo "duro" de la emergencia "la buena noticia es que cada vez trabajamos de mejor manera", comento.