Amnistía Internacional (AI) constató en el último año un agravamiento de la brecha de la justicia social en el mundo a causa de la actitud de los Gobiernos poderosos, que "están bloqueando los avances en la justicia internacional".
Esta es la conclusión principal del informe anual en el que AI evalúa la situación de los derechos humanos, que documenta abusos en 159 países y denuncia la predisposición de los Gobiernos a actuar por encima de la ley con respecto a los derechos fundamentales, proteger a sus aliados y tomar medidas sólo cuando les conviene.
"En la brecha de la justicia global prosperan la represión y la injusticia, y millones de personas se ven condenadas a abusos, opresión y pobreza", afirmó Claudio Cordone, secretario general interino de Amnistía Internacional, al presentar el informe.