La Comisión Europea impuso hoy una multa de 331 millones de euros a nueve fabricantes de chips de memoria DRAM utilizados en ordenadores y servidores, entre ellos Samsung y Toshiba, por participar entre 1998 y 2002 en un acuerdo ilegal para pactar los precios. Este comportamiento vulnera la normativa comunitaria, que prohíbe las prácticas comerciales restrictivas.
La sanción más alta corresponde a Samsung (145,7 millones de euros), mientras que Toshiba deberá pagar 17,6 millones. El resto de empresas multadas son Infineon (56,7 millones), Hynix (51,4 millones), Hitachi (20,4 millones), Mitsubishi (16,6 millones), NEC (10,2 millones), Nanya (1,8 millones) Además, Elpida, NEC y Hitachi tendrán que pagar conjuntamente una sanción adicional de 2,1 millones por el periodo en el que trabajaron en una empresa común.
El fabricante Micron también formó parte del cártel pero se libró de la multa por haber sido el primero en delatar su existencia ante el Ejecutivo comunitario. Las sanciones se han calculado teniendo en cuenta el volumen de ventas de cada empresa en el espacio económico europeo, así como el carácter muy grave y el alcance geográfico de la infracción. Ninguna de las compañías sancionadas, con la excepción de la alemana Infineon, es europea, pero todas venden sus productos en la UE.