El Senado de Estados Unidos aprobó este lunes una medida que dificultará que en el futuro el Fondo Monetario Internacional (FMI) sufrague planes de rescate a estados sobre los que existan serias dudas respecto a su capacidad de devolver los préstamos.
La medida, aprobada por unanimidad, consiste en que en el futuro, ante casos como el de Grecia, el representante de Estados Unidos en el FMI habrá de analizar las posibilidades del país en cuestión de devolver el dinero del préstamo. Y en caso de que este dictamen sea negativo, el voto de Washington con respecto a la concesión de estos préstamos de emergencia también lo será.
Esta medida se ha aprobado después del multimillonario crédito de 110.000 millones de euros concedido a la endeudada economía griega, de los cuales 30.000 millones corresponden al FMI, una entidad de la que Estados Unidos es el principal financiador y en la que tiene poder de veto, aunque nunca lo ha usado.