El Congreso de EEUU celebró hoy la festividad del Cinco de Mayo con una recepción en la que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como anfitriona, honró a congresistas hispanos y al embajador de México, Arturo Sarukhán.
Vestida con un traje de falda y chaqueta verde e intentando acertar con la pronunciación de los apellidos de los muchos invitados de origen latino, Pelosi rindió homenaje a la comunidad mexicana rodeada de mariachis y sabores mexicanos sobre la mesa.
Aunque no aludió al acalorado debate migratorio en su discurso, la presidenta portó uno de los braceletes rojos que grupos hispanos han repartido como símbolo a favor de la reforma migratoria y en contra de la ley de Arizona, una legislación que criminaliza a los indocumentados en ese estado.