Caja Castilla-La Mancha, la primera entidad intervenida por el Banco de España y en proceso de absorción por Cajastur, registró en 2009 unas pérdidas atribuidas de 549,1 millones de euros, lo que supone un descenso del 25,8% respecto a los 'números rojos' de 740,4 millones del ejercicio precedente, informó hoy la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El margen de intereses -diferencia entre los intereses cobrados por préstamos y los concedidos por depósitos- creció un 1,45% en 2009, hasta los 301,3 de euros, mientras que el margen bruto cayó un 17,4%, hasta los 402,5 millones de euros.
El resultado de la actividad de explotación arroja unas pérdidas de 657,9 millones de euros, frente a los 'números rojos' de 917,7 millones de euros de 2008.