El papa Benedicto XVI viaja este fin de semana a la muy católica república de Malta, en una visita relámpago sobre la cual planea la sombra de los escándalos pedófilos que salpican a la Iglesia católica desde hace varios meses.
Presionado por la opinión pública para que reaccione ante la avalancha de revelaciones de abusos y sobre todo a "la omerta" que ha rodeado estos hechos en el seno de la Iglesia, el Papa podría reunirse, con la mayor discreción, con un grupo de hombres que fueron víctimas de sacerdotes pedófilos en un orfelinato maltés en los años 1980.
Estos habían amenazado con manifestarse durante la visita de Benedicto XVI a La Valeta, pero luego desistieron tras haber recibido la promesa de una entrevista en junio con el principal investigador de la Congregación para la doctrina de la fe, monseñor Charles Scicluna.