El Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (Department of Homeland Security) afirmó este jueves que comprará más de 1.200 dispositivos para la detección de restos de explosivos en aeropuertos con el fin de impedir la comisión de atentados como el que la rama yemení de Al Qaeda intentó el pasado día de Navidad contra un avión que cubría la ruta Amsterdam Detroit.
El coste de estos dispositivos se estima en 35,5 millones de dólares (unos 26 millones de euros), cuyos fondos saldrán del paquete de estímulo económico aprobada por el presidente Barack Obama el año pasado.
En este momento la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, el organismo encargado de los controles de seguridad en los aeropuertos del país, usa más de 7.000 de estos dispositivos.