El Vaticano y responsables de la Iglesia Católica en Canadá intentaron mantener en secreto abusos sexuales contra menores cometidos por un religioso canadiense, amigo del papa Juan Pablo II, según un documento difundido hoy por la prensa local.
Los medios señalaron que en una carta de febrero de 1993, el ya fallecido obispo canadiense Joseph Windle escribió al entonces nuncio apostólico en el país, reverendo Carlo Curis, que estaba intentando "a toda costa" que no se hiciesen públicos los abusos de monseñor Bernard Prince.
La misiva se conoce después de que fuera presentada esta semana como una posible prueba en una demanda civil de varias víctimas de abusos sexuales contra la diócesis de Pembroke (Ontario).