Casi cuatro años después de la devastadora guerra de Israel contra el Hezbolá, en la que el ejército israelí lanzó más de cuatro millones de bombas racimo en el sur del Líbano.
Durante la guerra, que duró un mes, los aviones israelíes lanzaron sobre el sur de Líbano más de cuatro millones de bombas racimo, 90% de las cuales en las 72 horas anteriores al alto el fuego, tras la aprobación de la Resolución 1701, subrayan la ONU. Casi un 40% de las submuniciones no estallaron.