La "Madrugá" de Sevilla ha concluido con un día luminoso y miles de personas en las calles de la ciudad y despejando, parece que definitivamente, la amenaza de la lluvia que interrumpió el Lunes Santo.
La Macarena entró en su basílica sobre las dos y cuarto de la tarde, media hora antes de que lo hiciera la Esperanza de Triana, que son las dos cofradías más populares de la "Madrugá", mientras, poco después, Los Gitanos ha sido la última en recogerse.
Sevilla ha vivido una de las "Madrugás" más tranquilas de los últimos años, con menos gente en la calle y menos incidencias y asistencias sanitarias que años anteriores, según fuentes municipales.