Alrededor de 4.000 manifestantes participaron este domingo en una protesta no autorizada en la ciudad rusa del Arjangelsk, en el noroeste del país, para protestar por el elevado coste de la vida y para pedir la dimisión del Gobierno ruso, encabezado por el primer ministro Vladimir Putin.
Los asistentes a la multitudinaria protesta se congregaron en la principal plaza de Arjangelsk, que alberga una enorme estatua de Lenin. "Abajo con este Estado inútil", "Abajo Rusia Unida" -el partido de Putin-, eran algunas de las consignas que podían escucharse, mientras que con sus pancartas, entre las que destacaban las banderas del Partido Comunista, los asistentes demandaban "un aumento salarial".
Tras la concentración y el acto político, durante el que los comunistas ejercieron la hegemonía, unos 1.500 manifestantes liberales y de las juventudes comunistas marcharon por la principal avenida de Arjangelsk coreando consignas como "Putin debe ser llevado ante la justicia", o "Rusia Unida debe ser arrojada a un cubo de basura".
