El obispo saliente de Bilbao, Ricardo Blázquez, ha reconocido que en el pasado "hubo dificultades para asimilar" que el obispo debía presidir los funerales por las víctimas del terrorismo y ha opinado que ETA debe desaparecer "sin componendas de 'a ver cómo lo arreglamos'".
Blázquez ha realizado estas afirmaciones en una entrevista que hoy publica El Correo y en la que el recién nombrado arzobispo de Valladolid hace balance de los 15 años que ha estado en el País Vasco cuando está a punto de abandonar la diócesis de Bilbao, ya que el próximo 17 de abril tomará posesión de su nuevo cargo.
El obispo saliente de Bilbao ha recordado que la primera vez que él presidió un funeral de una víctima de ETA fue el de Miguel Ángel Blanco y que después, "en todas las ocasiones en que hemos tenido asesinatos de la organización, yo los quise presidir, ya sea de la Guardia Civil, o de la Policía Nacional o de Ertzaintza y al margen de su pertenencia política".