Los opositores republicanos en el Senado se preparaban el lunes para hacerle la guerra al presidente Barack Obama en la revisión final de la histórica reforma de la salud aprobada el domingo por la noche, mientras que diez estados prevén acciones judiciales contra la misma.
Pese al llamado de Obama a cerrar el largo "debate y empezar la difícil tarea de implementar" la reforma de salud, la minoría republicana en el Senado anunció que pretende prolongar la querella y hacer fracasar la aprobación de las modificaciones introducidas al proyecto por la Cámara de Representantes.
"Los republicanos del Senado harán ahora todo lo posible por sustituir los aumentos impositivos masivos y los recortes en el Medicare (programa de cobertura de salud para ancianos), por reformas que nuestros votantes reclamaron", advirtió el líder republicano en el Senado, Mitch Connell, en un comunicado el domingo por la noche.