
El Internet Explorer de Microsoft ha perdido cuota de mercado en los principales mercados europeos como Francia, Reino Unido e Italia, después de que la compañía de software estadounidense empezara a facilitar a los consumidores europeos el uso de navegadores rivales.
El compromiso de Microsoft de permitir un acceso más sencillo a navegadores rivales en Windows hacia mediados de mayo puso fin a una larga disputa antimonopolio con la Unión Europea.
La compañía ha empezado a enviar una pantalla en la que los consumidores pueden elegir fácilmente navegadores rivales a casi 200 millones de antiguos y nuevos ordenadores.