La morosidad del crédito al consumo cerró 2009 en el nivel del 6,90%, el doble que hace un año (3,07%), aunque este ratio descendió en el último trimestre del año en 0,24 puntos, según datos del Banco de España.
Este dato refleja la tasa de impago de los créditos concedidos por las entidades financieras para la adquisición de bienes de consumo duradero, como automóviles, así como para otras actividades o mobiliario, como viajes.
La mora de los hogares se incrementó de manera progresiva a lo largo de 2008 como consecuencia de la crisis económica y el crecimiento del desempleo, aunque el incremento más brusco se registró en el primer trimestre de 2009, cuando se elevó en 1,35 puntos con respecto al cierre de 2008.