El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, no descartó hoy recurrir al Fondo Monetario Internacional para afrontar la financiación de la abultada deuda pública del país, aunque dijo que preferiría una "solución europea", tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
"Grecia está financiándose a unas tasas de interés no razonables, cercanas al 6%, y esto ha creado un problema económico pero también ético. Estamos pidiendo a la gente que recorte los sueldos y perdiendo ese dinero al pagar estas altas tasas de financiación", declaró Papandreu al abogar por la creación de "un mecanismo financiero" europeo de ayuda.
"Lo voy a decir de manera positiva. Esperamos un resultado positivo. Pero por supuesto tenemos que dejar todas las opciones abiertas", insistió el gobernante griego ante Barroso, quien dijo que los países de la zona euro están "preparados" para actuar, aunque Grecia "no ha pedido de momento ninguna ayuda".