El escritor Francisco Ayala recibirá un homenaje en la Biblioteca Nacional el próximo martes, día en el que hubiera cumplido 104 años, protagonizado por la música y por su obra. No habrá discursos "ni retórica funeraria" porque, como afirma su viuda, Carolyn Richmond, "él no lo hubiera querido en absoluto".
"La música habla más que nada; es el arte puro y el que más le gustó a Francisco", asegura Richmond en una entrevista con Efe en la que habla de cómo se siente tras el fallecimiento, el pasado 3 de noviembre, de ese testigo lúcido del siglo XX que fue su marido -"nadie me ha querido en la vida; sólo Francisco"- y cuenta cómo procura cumplir los deseos que él tenía sobre su propia muerte.
"Francisco siempre decía que al morir quería desaparecer, y yo le he ayudado a hacerlo", comenta la hispanista estadounidense en su casa de Madrid, rodeada de fotografías y cuadros que mantienen vivo el recuerdo de quien fue uno de los mayores intelectuales españoles del siglo XX. Ganó el Premio Cervantes y el Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros muchos.