Los inventarios de crudo de Estados Unidos reguistraron en la semana que finalizó el pasado 5 de marzo un incremento de 1,4 millones de barriles, hasta un total de 343 millones de barriles, según ha informado la Agencia de Información Energética, que depende del Departamento de Energía de EEUU.
Por su parte, las reservas de gasolina descendieron en 2,9 millones de barriles, mientras que las de destilados bajaron en 2,2 millones de barriles.
Las cifras han sido peores de lo que esperaba el mercado. Así, la media de analista consultados por Platts había previsto que las reservas de crudo repuntasen en 2,1 millones de barriles, mientras que estimaban un descenso mucho menor para los inventarios de gasolina.