El cierre de urnas ya ha sido declarado en las elecciones parlamentarias de Irak, comicios que han venido acompañados de una jornada de violencia donde varios ataques con morteros y cohetes se han cobrado la vida de 34 personas, según fuentes oficiales.
El incidente más sangriento se registró en un edificio de apartamentos de la capital, donde una explosión se ha cobrado la vida de 25 personas. La detonación fue causada presumiblemente por una carga de dinamita. Otras ocho personas han muerto en dos bombardeos perpetrados desde posiciones de insurgentes suníes en la capital, según la Policía.
Los ataques parecen haber sido perpetrados, según la Policía, por los mismos insurgentes suníes que prometieron interrumpir violentamente las elecciones, que a su juicio sólo pretenden consolidar en el poder a los "heréticos" partidos chiíes.