Un grupo de influyentes líderes negros consideró el jueves que el gobernador de Nueva York, David Paterson, debe permanecer en el cargo, pese a las acusaciones de que él y su personal interfirieron en un caso de violencia doméstica que involucraba a uno de sus principales asesores.
Reunidos en un restaurante de comida tradicional afroestadounidense, ubicado en Harlem, los políticos negros de la ciudad de Nueva York, encabezados por el reverendo Al Sharpton, coincidieron en que Paterson debe tratar de responder a las imputaciones que se le hacen como parte del escándalo y de nuevas acusaciones relacionadas con unos boletos para la Serie Mundial.
La reunión se realizó en el mismo día en que un tercer funcionario renunció por el escándalo.
