Un controlador de tráfico aéreo en el Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York permitió que su hijo leyera mensajes para los aviones, incluido uno de Aeroméxico, y al día siguiente llevó a otro niño a la torre de control, por lo que fue suspendido el miércoles junto con un supervisor.
Aunque los pilotos se divirtieron, a la Agencia Federal de Aviación (FAA) no le pareció buena la broma. Las autoridades suspendieron al controlador y al supervisor después de que una grabación de la comunicación del niño con los aviones fue publicada en internet y reproducida por un canal de televisión de Boston.
"Este error de juicio no sólo infringió las propias políticas de la FAA, sino los estándares del sentido común sobre la conducta de un profesional. Este tipo de distracción es totalmente inaceptable", dijo en un comunicado Randy Babbitt, administrador de la FAA. "Este tipo de conducta no refleja la capacidad de nuestra fuerza de trabajo".