Florence Siegel, de 88 años, sabe como relajarse: un vaso de vino, una copia del diario The New York Times --si es que consigue arrancársela a su esposo--, música clásica --preferiblemente Bach-- y, todas las noches, una pipa de marihuana.
El uso de la droga ilícita más popular de los Estados Unidos es cada vez más frecuente entre los ancianos de hoy, que fueron los grandes protagonistas de la "vida loca" de las décadas de 1960 y 1970.
El porcentaje de personas mayores de 50 años que admite usar marihuana subió del 1,9% en el 2002 al 2,9% en el 2008, según estudios de la Administración de Abusos de Sustancias y Servicios de Salud Mental (Substance Abuse and Mental Health Services Administration).