Los empleados de las seis refinerías con las que cuenta Total en Francia decidieron ayer en asamblea general mantener la huelga por tiempo ilimitado. Además, votaron a favor de realizar paros totales de ciertas unidades.
La huelga comenzó el miércoles, proyectada inicialmente por 48 horas, en solidaridad con sus compañeros de la planta de Dunkerque (norte), que está a punto de ser cerrada.
Ante esta decisión de los trabajadores, la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, realizó un comunicado para descartar que haya "riesgo de escasez" en el abastecimiento de carburante en el país. Total asegura el aprovisionamiento de aproximadamente la mitad de las estaciones de servicio en Francia.