Los accionistas de Royal Dutch Shell han acogido favorablemente la nueva propuesta salarial de la petrolera que congela durante un año los salarios de sus directores ejecutivos.
Las propuestas presentadas a los inversores consisten en congelar los salarios de sus tres principales ejecutivos hasta enero de 2011. Los afectados serían Peter Voser, consejero delegado de la petrolera anglo-holandesa; Simon Henry, director de finanzas, y Malcom Brinded, que está al frente de los negocios de exploración y producción. Además, la compañía propone reducir los de los nuevos nombramientos, basar las primas en objetivos cumplidos y aplazar por tres años su pago.
Hans Wijers, la nueva persona al frente del comité de remuneraciones, explicó que los nuevos planteamientos de la dirección tratan de demostrar "la conveniente moderación" en el actual entorno económico y buscan un mayor "alineamiento entre los intereses de los directivos y los accionistas".