El Volkswagen Golf ha formado parte de la escena diaria en las carreteras y calles de Bosnia y de su capital, Sarajevo, antes, durante y después de la guerra, como un muy útil medio de transporte, hasta el punto que se levantará un monumento en su honor.
Sarajevo piensa construir un monumento a este automóvil, de gran popularidad en Bosnia, que antes se producía también en una planta sarajevita, en agradecimiento por la ayuda que supuso a la población de la capital durante la guerra (1992-1995).
La idea, de la que en Bosnia se ha hablado desde hace años, fue presentada oficialmente por el gobierno del ente musulmano-croata durante una reciente visita a Sarajevo de una delegación de Volkswagen, que también desea contribuir a construir el monumento al modelo de segunda generación Golf II.