Los 300 empleados de la multinacional japonesa Showa, dedicada a la fabricación de piezas para motocicletas, se concentraron hoy a las puertas de la fábrica Martorelles (Barcelona) ante el miedo a un cierre inminente de la empresa sin previo aviso y sin negociación con los sindicatos.
"No queremos que la empresa cierre hoy y ya no vuelva a abrir mañana", afirmó a Europa Press la representante del comité de empresa, Elena Codes, quien aseguró que la dirección salió esta tarde sin decir nada, escoltada por los Mossos d'Esquadra y con todos los ordenadores y documentos del área directiva.
Según el comité de empresa, el proveedor nipón oculta la quiebra de la planta para su cerrarla y convertirla en una distribuidora del material sin montaje ni mano de obra en Catalunya.