La compañía japonesa Sharp anunció el miércoles un beneficio trimestral menor al esperado por el mercado por los costes iniciales de su nueva planta de pantallas, aunque ofreció unas previsiones que elevaron las esperanzas de una recuperación de las ganancias.
Sharp, el cuarto mayor fabricante de televisores de cristal líquido LCD del mundo y un gran proveedor de pantallas para otras firmas, puso en marcha su avanzada fábrica de LCD en octubre.
La instalación de 4.800 millones de dólares, situada en la ciudad japonesa de Sakai, pretende permitir a Sharp ofrecer pantallas de LCD competitivas, pero los costes excepcionales asociados con la puesta en marcha de la fábrica aplastaron su rentabilidad entre octubre y diciembre.
Las ganancias operativas de Sharp, que está por detrás de Samsung Electronics, Sony y LG Electronics en televisores LCD, fueron de 21.000 millones de yenes (unos 166 millones de euros) en esos tres meses, frente a una pérdida de 15.860 millones de yenes del mismo período del año anterior.