El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció que las medidas que desea aplicar para reducir el déficit público no son las idóneas para la economía en recuperación, sin embargo, advirtió que de no aplicarse, los mercados podrían resultar dañados y los avances logrados se esfumarían, resultando en mayores daños a la economía de las familias estadounidenses.
Con el objetivo de reducir el gasto del gobierno, el Ejecutivo anunció que recortará algunos programas federales, que no han funcionado, con los que ahorrará hasta 20,000 millones de dólares (md) para el próximo año.
Durante su mensaje sobre el Estado de la Unión del 2010, el mandatario agregó que también extenderá a la clase media, los recortes fiscales, aunque advirtió que no los mantendrá para las compañías petroleras, fondos de inversión o para quienes ganan más de 250,000 dólares al año, "no podemos costearlo".