El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, confía en que una vez asuma el cargo, los estados que aún no reconocen a su país normalizarán las relaciones diplomáticas rotas tras el golpe de estado del 28 de junio de 2009.
"Con Estados Unidos, a partir de mañana todo se normaliza... oficialmente me lo van a comunicar una vez sea presidente", dijo el martes en rueda de prensa.
No hubo una respuesta de inmediato de parte de la embajada estadounidense en Tegucigalpa.