España se ha comprometido ante la Comisión Europea a suprimir las ayudas públicas a Renfe a partir del próximo 1 de julio para evitar que sean declaradas ilegales y deban devolverse.
El Ejecutivo comunitario da la razón así a la patronal del transporte en autobús, Fenebús, que había denunciado en Bruselas la "competencia desleal" de Renfe alegando que estas subvenciones le permiten compensar su déficit y mantener los precios artificialmente bajos.
"Las autoridades españolas deben suprimir las ayudas a partir del 1 de julio de 2010, una fecha que ha sido acordada entre España y la Comisión", explicaron fuentes del Ejecutivo comunitario.
No obstante, Renfe no deberá devolver las subvenciones que ha recibido hasta ahora porque se han otorgado en virtud de un régimen establecido en 1954, es decir, mucho antes de la adhesión de España a la UE.