La producción española de acero bruto se situó en 14,4 millones de toneladas durante 2009, lo que supone un 22,9% menos que en el ejercicio anterior, según la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid).
La caída se debe al "drástico" recorte de producción en los primeros meses del año y contrasta con la recuperación detectada en el cuarto trimestre, cuando la actividad siderúrgica aumentó un 30% con respecto al último trimestre de 2008.
Unesid explica que la disminución de la producción de acero se debió a la debilidad de todos los sectores consumidores de este producto, entre los que destacan la construcción, automóvil, bienes de equipo y electrodomésticos.