El presidente del grupo General Motors, Ed Whitacre, no tiene muchas esperanzas de cerrar un acuerdo que permita la salvación de la filial sueca Saab, toda vez que hoy expira el plazo que se dio la corporación para culminar las negociaciones para una eventual venta.
Whitacre, en declaraciones en la sede de GM en Detroit, explicó que ninguna de las empresas que han expresado su interés en Saab ha presentado un plan de financiación adecuado para acometer una reestructuración de la marca escandinava.
"Creo que hemos hecho todo lo humanamente posible", añadió Whitacre, quien indicó que, previsiblemente, las plantas de Saab suspenderán su actividad a finales de esta misma semana. Entre las empresas interesadas en comprar Saab figura el fabricante holandés de súper-deportivos Spyker.