España es uno de los países de la zona euro más perjudicados por la apreciación de la moneda europea, pero ha ganado posiciones en términos de competitividad de cara a 2010.
Y lo ha logrado gracias a acuerdos salariales más bajos y a mayores ganancias en productividad, según un estudio realizado por el economista jefe de Standard & Poor's (S&P), Jean-Michel Six.
La apreciación del euro ha subrayado, según Six, las divergencias entre los países de la zona euro en términos de competitividad y, según el informe, estas diferencias podrían aumentar aún más en 2010.
Teniendo en cuenta los costes laborales, Italia, España, Irlanda y Grecia son los países donde la fortaleza del euro ha reducido en mayor medida su competitividad mientras que en Francia ésta ha permanecido relativamente estable y las exportaciones alemanas "parten con ventaja".
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