China, enfrascada desde hace dos décadas en una furiosa búsqueda de fuentes de energía para satisfacer a su sedienta industria, se apuntará mañana, lunes, un importante tanto con la inauguración del "Gasoducto del siglo".
Ese pomposo calificativo se lo ha ganado a pulso el conducto que transportará gas centroasiático por la antigua Ruta de la Seda desde Turkmenistán, a orillas del mar Caspio, hasta la costa oriental china a través de Uzbekistán y Kazajistán.
El gasoducto, cuyo coste está estimado en 20.000 millones de dólares, transcurrirá 200 kilómetros por territorio turkmeno, 550 por suelo uzbeko, 1.304,5 por Kazazistán y unos 8.000 kilómetros cruzando China de oeste a este.