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En su informe anual presentado hoy en Berlín, el Tribunal de Cuentas sostiene que la política presupuestaria del nuevo Ejecutivo carece de una "estrategia clara que conduzca a una reducción de la deuda". "En estos momentos no hay margen para bajadas de impuestos", dijo el presidente del tribunal, Dieter Engels.
Tan sólo los planes fiscales aprobados durante los últimos doce meses, es decir, en parte todavía durante el gobierno de gran coalición, conducirán a que se recauden 125.000 millones de euros menos hasta 2013.
En vista de que la deuda acumulada supera ya el billón de euros y de que para el próximo año se prevé un nuevo récord en el endeudamiento, no es el momento de rebajas fiscales sino de sanear el presupuestos público, dijo Engels.
A juicio del Tribunal de Cuentas, en los próximos cinco años el Estado podría ahorrar 21.000 millones de euros, sobre todo mediante recortes de subvenciones y ventajas fiscales.
