La Audiencia Nacional juzga el jueves a los etarras Ismael Berasategi, Xabier Zabalo y Ainhoa Barbarin por la colocación de un coche-bomba, el 18 de agosto de 2001,en un hotel de Salou (Tarragona), cuya explosión hirió a una veintena de personas, hechos por los que la Fiscalía pide para ellos 223 años de prisión.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, los procesados fueron captados por ETA para formar un grupo dedicado a realizar atentados mediante coches cargados de explosivos.
Así, siguiendo las directrices marcadas por la organización terrorista, Berasategi, Zabalo y Barbarin constituyeron a finales de 1998 el "comando Behorburu", bajo las ordenes directas del aparato militar de ETA, que les facilitaba los medios materiales y económicos para cometer atentados.